miércoles, 28 de octubre de 2009

La luna y los profetas


Del mito y la leyenda se pasó a la especulación científica y las historias inventadas se basaban en proyecciones realistas y fenómenos conocidos. El patrimonio astronómico era ya ingente.
Los hombres se sentían cada vez más preparados para afrontar el espacio. El cuerpo más cercano es nuestro satélite.
La pregunta era como acercarse a el ?, nadie tenía una idea clara, había quien fantaseaba como el francés George Melies, el primero en poner en la imaginación un viaje espacial. La película "Un viaje a la luna" , realizado en 1902 muestra a unos intrépidos exploradores acogidos por selenitas con apariencia de insectos.
Otros mientras tanto ya trabajaban seriamente en construir el camino hacia las exploraciones planetarias. Existía un problema fundamental del salto gravitacional.

Hace cerca de mil años , los chinos inventaron los fuegos artificiales que se alzaban al aire y estallaban en lluvias de colores. El impulso que los lanzaba a las alturas , la energía que vencía a la ley de gravedad se conseguía a través del cohete.

Ya a principios del siglo XIX los cohetes de propulsión sólidos eran parte integrante de los armamentos . Se tenían reservados como posibles medios de transporte hacia el espacio, pero eran débiles para escapar al espacio.

En Rusia, un maestro de escuela llamado Kopnstantin Tsiolkovsky ( 1857-1935) , divulgaba en sus libros intuiciones más que brillantes. Proponía sustituir la pólvora de disparo "sólida" por un combustible "líquido" (queroseno u otro carburante) junto a un comburente ( un cuerpo que con el combustible produce combustión en un ambiente privado de oxígeno.

En los Estados Unidos, un profesor de física, el ingeniero Robert Goddard ( 1882-1945) , cultivaba un sueño obsesivo: viajar a mundos alienígenas. Construyó el primer cohete con motor de combustible líquido. Por desgracia, en los Estados Unidos la depresión económica estaba en aquel entonces en su punto máximo y no encontró apoyo para su proyecto.

A partir de entonces, se ha recorrido un largo camino para llegar a la luna, pero nada hubiera sido posible sin la intervención de genios y visionarios que no estaban limitados por el entorno en que vivían.

En el siglo XVII Sir Isaak Newton puso las bases matemáticas para calcular la velocidad a que tendría que llegar un móvil para escapar al espacio.

Otro visionario llamado Julio Verne en su libro " De la tierra a la luna", profetizó en el siglo XIX , que el hombre llegaría a la luna en un cohete.

Hoy día las comunicaciones a nivel continental no hubieran sido posible sin el aporte de aquellos que soñaban con "tocar la luna con las manos".

Satélites artificiales que orbitan por el espacio y hacen posible la tecnología GPS , ya nadie más puede perderse en cualquier lugar del planeta.

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